Quizá sea la pubertad uno de los mejores momentos para conocer los fundamentos de la Nutrición y de la Alimentación en toda su extensión. Es en esta fase de la vida en la que se reúnen unas necesidades energéticas altas, la producción y el recambio acelerados de casi todos los tejidos del organismo y una situación de desarrollo personal especial y diferente a cualquier otra época de la vida.
Es en estos momentos cuando precisamos hidratos de carbono, grasas y proteínas en la dieta, de la mejor calidad y en cantidad suficiente para crecer tanto en altura como en musculo y, como consecuencia de todo ello soportar y compensar el aumento de la superficie corporal (piel) y de la masa y longitud de los huesos, la redistribución de grasa total del cuerpo, la aparición de vello, el inicio y regulación de la menstruación en las niñas, el gasto energético y de alta calidad del trabajo intelectual, etc.
En conjunto se elevan los requerimientos básicos de energía y principios inmediatos pero también, y de forma muy especial, los de vitaminas y minerales y agua.
La leche y sus derivados son básicos en esta etapa de la vida para los adolescentes de nuestra civilización y cultura (no es lo mismo en otras zonas del mundo), pero también los cereales y sus derivados como fuentes de energía y oligoelementos, los aceites y grasas vegetales y animales, verduras y frutas, hortalizas, legumbres y huevos, etc. Se necesita comer de todo menos de una cosa, innecesaria y nociva en este periodo de la vida (y en toda la vida si se toma en exceso), como son las bebidas alcohólicas.
Aquí se demuestran la educación alimentaria recibida en la infancia y las habilidades de los padres para tratar con sus hijos. La alimentación es básica; sin carnes, leche, vísceras rojas, huevos, etc., las niñas acabarán anémicas en un tiempo no muy largo por déficit de hierro; sin un aceptable desayuno y algo a media mañana, no rendirán en clase, sobre todo a última hora de la mañana por ausencia de reservas de glucosa; las frutas y verduras, a la par que previenen el estreñimiento, aportan vitaminas y minerales imprescindibles tanto para estudiar como para hacer deporte, tener el cabello bonito y la piel elástica e hidratada (junto con agua abundante); la leche y sus derivados son útiles para todo lo anterior además de para permitir el crecimiento óseo; el pescado, los huevos, el aceite, etc., etc,tienen sus usos y aportan cosas útiles.
Un comentario sobre algo que no parece gustar mucho a los padres, la carne, de todo tipo, y sus derivados, embutidos y fiambres, no solo no son malos sino todo lo contrario. Lo malo es comerlos en exceso, pero son excelentes como fuente de muchos nutrientes.
Aunque esta sea la época de la rebeldía y la reafirmación personal, de las modas y la presión social del grupo sobre el individuo, debemos intentar que, con sus gustos y preferencias, coman de todo, cocinado de todas las formas posibles y mantengan algo básico, el gusto por la buena comida.
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