HISTORIA
……………… DE LA ALIMENTACIÓN
Los
estudios de los últimos años nos demuestran que los primeros hombres, homínidos
y pre homínidos tenían una dieta omnívora, basada en carne de caza y vegetales
(frutas y verduras) de origen no cultivado.
En el antiguo
Asia Menor, tal como se ha conocido por estudios arqueológicos y por escritos,
pocos, de la época y de historiadores griegos y romanos, se desarrolló una
serie de civilizaciones donde los cultivos de cereales, frutas y verduras y la
ganadería, ovina básicamente, permitieron que el conocimiento se acrecentase de
forma casi explosiva.
Según
podemos comprobar, en el Antiguo Egipto la sabia utilización de las aguas del
río Nilo y de sus crecidas le facilitó, a unas poblaciones que vivían con un
pié y medio en uno de los desiertos más inhóspitos del mundo, la posibilidad de
ser durante unos cientos de años uno de los poderes militares de la región y,
además, el centro geométrico del desarrollo científico de la cultura
mediterránea.
Al
tiempo que los egipcios absorbían la cultura de sus vecinos y vasallos del
valle de los ríos Tigris y Éufrates, en el Extremo Oriente, la Gran China
(desde Mongolia hasta Indochina) gracias al cultivo del trigo en el norte y del
arroz en el sur y a un gran potencial en la producción de verduras y soja y
ganado vacuno, pudo establecer una civilización muy desarrollada, basada en una
administración muy burocratizada y con un potentísimo conocimiento científico.
Los
fenicios y los griegos, a consecuencia de su situación geográfica y a una
agricultura y una ganadería bastante poco variadas, tuvieron que expandirse y
esto llevó, en el caso de la Grecia clásica, a intercambiar no sólo productos
de primera necesidad sino, también, conocimiento y saber, desde Persia hasta la
Península Ibérica.
Más
tarde, el afán de expansión, unido al deseo de poder (que en el principio de
esta era se basaba en el dominio de la producción de alimentos y de las
comunicaciones) condujo al dominio romano de medio mundo, con una cierta
desviación desde la alimentación normal hacia un sibaritismo en el comer.
A
partir de estos momentos y consecuencia de las invasiones desde el Este y de la
expansión del cristianismo, con ciertas peculiaridades de origen judío, y la
aparición de la religión musulmana y su extensión hasta China e India por un
lado y al sur de Europa por otro, se generaron necesidades y deseos de
disfrutar de ciertos lujos de unas regiones en otras muy lejanas, con lo que el
comercio Oriente – Occidente se convirtió en motor económico y causa de guerras.
Un
intento por obtener de forma más rápida y sin intermediarios alimentos y otros
productos del Oriente, lleva a que un “iluminado” navegue a través del Mar
Tenebroso y, de pronto, se tope con unas Indias que más tarde se llamarán las
Indias Occidentales o América.
De
allí vienen, como caídos del cielo, una planta decorativa que tiene un fruto
muy rico en vitamina C y que llamamos tomate, una planta de raíces con
tubérculos muy ricos en hidratos de carbono y que en épocas de carestía de
cereal aporta mucha energía y, además combata el escorbuto de las prisiones y
que llamamos patata. Así podríamos seguir con el maíz, el tabaco, la yuca, etc.
Poco a
poco la población crece, los sistemas de producción van mejorando, aparece una
industria al servicio de la alimentación, se aprovechan conocimientos previos
en la mejora de cultivos, ganadería y conservación, se desarrollan nuevas
tecnologías, se aplican conocimientos de otras ramas del saber y, todo, se
difunde poco a poco por todo el mundo.
Así,
al igual que los hechos de guerra y la evolución del pensamiento, la
Alimentación y su historia, han ido a la par de la historia de la humanidad
pues los alimentos son una de sus necesidades básicas
No hay comentarios:
Publicar un comentario